martes, 24 de marzo de 2020

COMBATIR EL MAL

¿COMO COMBATIR CONTRA EL MAL?

 Esta es una pregunta muy antigua que se remonta aun desde el principio de la creación. ¿Quiere decir entonces, que el mal está siempre presente? ¡Si! Desgraciadamente esta es una realidad que no se puede negar; Una realidad enraizada dentro de todo ser humano; sigamos preguntándonos, ¿Cómo combatir contra el mal? Pareciera que humanamente no hay respuesta a esta pregunta, porque la maldad continua, y va en aumento de una manera acelerada, dominando toda esfera social, política, económica y religiosa. Dejemos de lado el argumento rayado de querer filosofar, para a evadir esta realidad, con la idea del relativismo: ¡Lo que es malo para unos, puede ser bueno para otros! ¡No hay concepto absoluto en lo bueno o en lo malo! ¡Basta de esto! Un empresario Español en Mexico, está sufriendo en estos momentos, una agonía muy dolorosa al saber que su hijo de 39 años ha sido secuestrado por una mafia hace 9 meses atrás, y aun no sabe si está con vida. Lo único que recuerda, es que un día, su hijo le habló por teléfono diciéndole con voz desesperada: ¡Padre, envia el dinero para pagar mi secuestro! El dio el dinero, y por no ser suficiente, los captores con todo sadismo, le enviaron al padre por correo una oreja de su hijo, pidiéndo por más dinero. Esto ha llegado a los oidos del mismo presidente mexicano, y se espera que pueda haber alguna solución al respecto. ¿Quién en su sano juicio puede decir que esto no es una maldad? ¡No hay tiempo para más argumentos estériles! ¿Cómo combatir el mal? Es la pregunta que yo escuché oyendo la radio hace pocos días. Se podía notar un acento de frustración del locutor que hacía esta pregunta. ¡Esto es solo un caso de tantas maldades que suceden cada día en este mundo! ¿Cómo combatir el mal? ¡No se puede combatir el mal por medios humanos! Porque la maldad está enraizada en el ser humano! Aun desde el tiempo antiguo, la maldad se manifiesta: Dios vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y aun los pensamientos de los hombres era de continua maldad. El corazón de ellos era perverso. (Génesis 6:5).

¿Cómo combatir el mal? Muchos tienen solucionado este problema, cuando piensan que es la educación de principios morales humanos que hay que implantar a esta sociedad. La realidad es muy evidente, estas cosas no ayudan, porque el mal todavía continua. Ni la reinserción, ni la reformación a las personas, pueden eliminar la maldad que está en ellos. Estamos viviendo en los “postreros díás” que el apóstol Pablo señaló. Estos son días en que la Biblia menciona como “tiempos peligrosos” porque vemos: Hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingrátos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que solo tienen apariencia de piedad, pero niegan la eficacia de ella.

La Biblia exhorta al creyente (desde hace mucho tiempo atrás), a evitar la influencia de estas personas malvadas. (1 Timoteo 3:1-5). Estamos aun con esta pregunta: ¿Cómo combatir el mal? ¿Hay solución para esto? ¡Si la hay! ¡Esto no está en las manos del hombre, sino en las manos de Dios a través de Jesucristo por la regeneración. Bíblicamente se entiende la regeneración, por un cambio de naturaleza, en la persona que reconoce su condición pecaminosa y por fe, acepta la salvación eterna en Cristo Jesús, quien le da una nueva vida, (nuevo nacimiento).

Esto no es resultado de las buenas obras, sino de la misericordia de Dios, por su gracia inmerecida. Por esta razón, el apòstol Pablo, podia decir a los creyentes: “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5). Este es un acto creativo, no de orden físico, ni religioso ni sectarial, sino espiritual que solo viene de Dios.

La regeneración entonces, por ser divina, es transformadora, eficaz y eterna. Te doy una invitación muy especial, en acudir al Señór Jesús, lo más pronto posible. ¡Nada puedes hacer pot tí mismo para cambiiar tu manera de ser delante de Dios! Solo necesitas acudir a Cristo quien se ofreció así mismo en sacrificio vivo por ti, y por toda la humanidad en la cruz del calvario, (el justo por el injusto), para darte la oportunidad de arrepentirte delante de él, y reconocer tu maldad. ¡El puede hacer de tí una nueva criatura! ¡Borrón y cuenta nueva! “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

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